miércoles, 29 de septiembre de 2010

IRAPUATO Y SU HISTORIA

POBLADORES DE IRAPUATO

   Agrupar en un solo grupo étnico o lingüístico a los pobladores de la región abajeña es algo en verdad difícil, si se torna en cuenta que la zona en cuestión se encontraba en los límites, nada precisos por cierto, de Mesoamérica, de los pueblos cultos y civilizados en hostilidad y defensa de los nómadas y "bárbaros" chichimecas. Resultaría fallida cualquier aseveración acerca de qué grupos indígenas conformaron en mayor número la población en el Bajío durante esta época

IRAPUATO Y SU HISTORIA




Irapuato, Guanajuato.- A lo largo de sus 461 años de existencia, Irapuato ha sufrido grandes modificaciones en su cultura, su patrimonio histórico y sus tradiciones. Algunas de ellas causadas por errores gubernamentales, como fue el tristemente célebre "Plan Guanajuato" y otras, por la propia naturaleza.

El origen del nombre Irapuato ha generado mucha polémica, al igual que la fecha en que fue fundada primero la villa, que luego se convertiría en la "Capital Mundial de las Fresas", que ahora, por desgracia, sólo ha quedado en el nombre.

De acuerdo al libro "Monografía de Irapuato", publicado en 1999 por el Cronista de la Ciudad, Javier Martín Ruiz, el nombre Irapuato significa en lengua tarasca "Cerro que emerge en la llanura grande" y se cree que el origen de ésto, puede ser el Cerro del Piloncillo, que incluso se encuentra en el Escudo de la Ciudad y que en la actualidad está siendo devastado para obtener material de construcción.

La fecha de fundación de Irapuato ha sido fuente de polémica. La fecha establecida -y que ha permanecido tradicionalmente- es el 15 de febrero, por lo que se realizan eventos conmemorativos. Sin embargo, datos del Archivo Histórico revelan que existen otras posibilidades, debido a las mercedes para la fundación de estancias en Irapuato, como las que se entregaron al español Francisco Hernández el 30 de abril de 1556 y a Francisco de Lemos el 6 de enero de 1576. Sin embargo, Irapuato fue reconocida como Ciudad el 17 de noviembre de 1893.

Aunque no tiene la arquitectura de Guanajuato capital, Irapuato cuenta con edificios que son de gran valor histórico. Pocos saben que "La Casona" -donde actualmente se abrió un restaurante de cadena- fue en refugio del libertador de México, Don Agustín de Iturbide. Sin embargo, muchos de estos edificios históricos o monumentos fueron destruidos por la falta de visión de algunos gobiernos que simplemente no dieron valor a ésto y en un afán ignorante de "progreso", destruyeron parte de la historia. Uno de estos casos fue el llamado "Plan Guanajuato", que implementó en su momento el gobernador Juan José Torres Landa, cuyo proyecto simplemente destrozó atrios de templos, edificios coloniales como el del Banco de México o estatuas como el Monumento a la Madre.

"Aparentemente la sofisticación era la modernidad en esa época. En esta provincialidad que se tenía, en ciudades como Irapuato, hoy ya podemos ver ésto como un error, porque de alguna forma se eliminaron elementos palpables de esta tradición que nos habían legado. En su momento a la mejor no se vio con esos ojos, sólo se quería cambiar. Hoy lo vemos desde esa perspectiva, con la mutilación de muchos elementos arquitectónicos, pero lo más importante es evitar que en un futuro se proteja el patrimonio y tratar de que no se cometan esos mismos errores", considera el historiador-investigador del Museo de la Ciudad, Jesús Martín Martínez. Otros monumentos se han destruido con el paso del tiempo, como el Puente de Guadalupe, que se encuentra casi derruido por la falla geológica y por la grave indolencia y falta de interés de una dependencia como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH